El viaje hasta Galibi no es sencillo. Desde Albina, en la frontera con la Guayana Francesa, hay que tomar una lancha que remonta el río Marowijne. Las aguas marrones se abren paso entre la vegetación densa de la selva atlántica. En este rincón remoto del noreste de Surinam, donde el rugido del mar se mezcla con los sonidos de la selva, el tiempo parece moverse a otro ritmo.
Galibi no es una ciudad, ni siquiera un pueblo en el sentido occidental. Es una aldea indígena kali'na, donde la vida sigue los ciclos naturales. Pero hay un momento del año en que ese ciclo se convierte en un rito casi sagrado: entre febrero y agosto, las tortugas marinas emergen del océano y pisan la misma arena que sus antepasadas. Es el retorno. Una ceremonia milenaria que sigue latiendo con fuerza.
Especialmente imponente es la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), la más grande del mundo. Puede llegar a pesar más de 600 kilos. Las hembras llegan de noche, arrastrándose pesadamente desde el agua hasta la parte más alta de la playa. Allí, con movimientos lentos y decididos, cavan un hoyo con sus aletas traseras y depositan entre 80 y 100 huevos, antes de cubrirlos con arena y regresar al mar, dejando atrás una nueva promesa de vida.
Esa escena, que parece salida de otro mundo, ocurre en silencio, bajo la luz de la luna, con un respeto casi ritual. Quienes tienen la fortuna de presenciarla en persona saben que no se trata solo de un espectáculo natural, sino de una conexión profunda con algo anterior a nosotros, más grande, más esencial.
Durante décadas, las tortugas fueron cazadas por su carne, sus huevos saqueados como manjar. Hoy, gracias a la labor de conservación de la comunidad local y el gobierno, Galibi es una zona protegida. Aún así, el equilibrio es frágil. El turismo descontrolado, la pesca, el cambio climático y la contaminación del mar amenazan esta armonía sagrada.
Caminar por la playa de Galibi, al amanecer, cuando las huellas de las tortugas quedan impresas en la arena, es como leer un mensaje ancestral. Las olas las irán borrando poco a poco, pero el recuerdo de ese instante permanece. El lugar donde, generación tras generación, las tortugas regresan.
Wikipedia: Surinam | Pueblo kali'na | Tortuga laúd.