Mirza Hussain, prisionero obligado a detonar los budas de Bamiyán.


A 230 kilómetros de Kabul, en el valle de Bamiyán, se encontraban dos enormes budas que representaban el esplendor de la religión budista en zonas de Afganistán allá por el siglo V.


El valle de Bamiyán, en pleno recorrido de la ruta de la seda, contaba, según describió un peregrino budista chino en el año 630 d.C., con mas de 10 monasterios y un millar de monjes viviendo en las cuevas de los acantilados, decoradas todas con oro y finas joyas además de monumentos religiosos.

Las dos estatuas más notables eran los budas gigantes de 37 y 55 metros reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, sin embargo, trás 1500 años en pie, llegó su destrucción en 2001 a manos del régimen islámico talibán que las consideraba contrarias al Corán.


Mirza Hussain, un prisionero de Bamiyán, fue obligado por un comandante talibán a colocar explosivos y destruir las estatuas, les llevaron 25 días de explosiones acabar con ellas, durante este periodo, el Ministro de Información talibán, Qudratullah Jamal, bromeó sobre la dificultad que representaba la destrucción de las estatuas.

"Este trabajo de destrucción no es tan fácil como la gente quiere pensar. No se puede bombardear así como así las estatuas, puesto que ambas fueron talladas en un acantilado, están firmemente pegadas a la montaña."



Destruir la historia y los orígenes... una verdadera pena...

En la actualidad, el gobierno japonés se esta encargando de la reconstrucción de estos dos grandes budas.


Wikipedia: Bamiyán | Budas de Bamiyán | Talibán.

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