La famosa parada de metro de Tirso de Molina, cuenta con muchas leyendas de fantasmas y espíritus.
Se habla desde hace muchos años, concretamente desde los años 20 del siglo XX, momento de la construcción de la estación Tirso de Molina, de fantasmas en los vagones de metro, otros que merodean por la estación y es famosa la historia de la chica que subió sola al último vagón de la noche y se encontró con la mirada fija e incesante de una mujer protegida por dos hombres. En la siguiente parada un hombre subió, se sentó al lado de la joven y la susurro al oído: "baja conmigo y no la mires". Luego este hombre le contó que era medium y que esa mujer era un fantasma.
Fue en 1921, cuando una vez inaugurada la estación, el publico paso a conocer la historia de los frailes que allí habitaban antes de la destrucción del Convento de la Merced en 1834. Estos monjes, disponían de un cementerio, cuyos restos encontraron los obreros de la construccion de la linea 1 de metro de Madrid. Sin saber que hacer, cogieron los restos, y los volvieron a enterrar bajo los azulejos en las paredes y los suelos de la estacion.
Desde entonces y todavia, por la macabra historia de no saber que hacer con los muertos y volver a enterrarlos tras los azulejos de la estacion, han surgido todas estas leyendas en torno a fantasmas en la estación.
Simplemente, que en paz descansen los monjes del Convento de la Merced.
Se habla desde hace muchos años, concretamente desde los años 20 del siglo XX, momento de la construcción de la estación Tirso de Molina, de fantasmas en los vagones de metro, otros que merodean por la estación y es famosa la historia de la chica que subió sola al último vagón de la noche y se encontró con la mirada fija e incesante de una mujer protegida por dos hombres. En la siguiente parada un hombre subió, se sentó al lado de la joven y la susurro al oído: "baja conmigo y no la mires". Luego este hombre le contó que era medium y que esa mujer era un fantasma.
Fue en 1921, cuando una vez inaugurada la estación, el publico paso a conocer la historia de los frailes que allí habitaban antes de la destrucción del Convento de la Merced en 1834. Estos monjes, disponían de un cementerio, cuyos restos encontraron los obreros de la construccion de la linea 1 de metro de Madrid. Sin saber que hacer, cogieron los restos, y los volvieron a enterrar bajo los azulejos en las paredes y los suelos de la estacion.
Desde entonces y todavia, por la macabra historia de no saber que hacer con los muertos y volver a enterrarlos tras los azulejos de la estacion, han surgido todas estas leyendas en torno a fantasmas en la estación.
Simplemente, que en paz descansen los monjes del Convento de la Merced.
Wikipedia: Estación de Tirso de Molina.
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